El siglo XX pasó a la historia como el siglo de la gran revolución en las tecnologías de la información y la comunicación. De esta revolución, los medios de masas y su estela de complejidades, desarrollo tecnológico y, particularmente, su impacto global, los ha convertido en agentes poderosos en la producción y renovación constante de la "significación imaginaria" del sexo femenino. Esta significación produce efectos concretos en las diversas prácticas sociales, mantiene o modifica actitudes y autorrepresentaciones e influye poderosamente en el imaginario simbólico de lo que somos las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario